Paseando por el Pantano de Almansa ayer y hoy (I)


Vista de la presa del Pantano de Almansa junto con los roquedos laterales que la acompañan (13-mayo-2017).

Paseando por el Pantano de Almansa ayer y hoy.

Siendo joven ("más" joven ;D) comenzó mi fascinación por el mundo natural. Cada vez que salía de excursión, me pasaba horas explorando, buscando, observando la diversidad de formas de vida a mi alrededor. Y uno de los lugares que recuerdo con más cariño, de los que de verdad influyeron en que me hiciera biólogo, fue el Pantano de Almansa. Me refiero a aquel Pantano colmatado, que funcionaba cual charca inmensa estacional, paraiso de anfibios, insectos y plantas curiosas, aunque mucho menos idílico para las personas (en general). Hablaré de ese "Pantano de Ayer" en otra ocasión. Me centro ahora en:

El Pantano de hoy.

Si no visitas el Pantano de Almansa desde antes de 2008, al verlo ahora es muy probable que te sorprendas. Creo que una buena forma de explicarlo es en forma de Paseo por el Pantano. Comencemos:
Una manera típica de acceder a la zona es por el camino que comienza en La Ventica (restaurante de visita más que recomendable). Hay que seguir por el camino hacia el suroeste unos 350 metros, momento en el que empieza una cuesta que tendremos que subir hasta el puente que cruza las vías del tren. En ese tramo podemos observar campos de cereal (con su correspondiente flora segetal) que luego dan paso a formaciones de matorral.
Vista aérea con el inicio de la ruta por el Pantano de Almansa.

Entre muchas plantas, encontramos por la zona Convolvulus lineatus, Hypecoum imberbe, Reseda lutea, Sisymbrium runcinatum y, algo después, especies más llamativas como Linum suffruticosum, Phlomis lychnitis y Retama sphaerocarpa, así como la muy particular Anthyllis lagascana que, curiosamente, compartimos con la meseta de Argelia (ficha de Anthyllis lagascana).
Linum suffruticosum formando parte de los matorrales.

Detalle de la floración de Linum suffruticosum junto al Pantano de Almansa.

Tras cruzar el puente veremos que el camino se bifurca. El desvío a la izquierda, el "clásico" de entrada al Pantano, está cerrado para los coches aunque podemos seguirlo caminando. Si vamos en coche, la mejor opción es seguir recto unos 40 metros y dejarlo en el aparcamiento que hay habilitado desde que se restauró el Pantano. Lo típico es visitar primero la presa y, para llegar hasta ella, lo más sencillo es ir a pié por la "entrada clásica" (la que está cerrada con una cadena para impedir el paso a coches); el camino está en buen estado y, mientras andamos, podemos observar algo de matorral, espartal y pinar, fijándonos en plantas de floración curiosa como Bartsia trixago, Centaurea ornata, Echium asperrimum o Teucrium pseudochamaepitys (por poner algunos ejemplos). Tras recorrer 350 metros llegamos a la presa.
Inflorescencia de Bartsia trixago (también la veremos con flores amarillas).

Detalle de un capítulo de Centaurea ornata de camino a la presa del  Pantano.

La Presa del Pantano de Almansa.

Es una construcción de gran interés histórico. La porción inferior con forma de "graderío en arco" data del siglo XVI; se inició la obra en 1578, se paralizó su construcción en 1580 y se retomó en 1584, finalizándose en 1586 tras alcanzar los 16,5 m de altura. Ya en el siglo XVIII fue recrecida, construyendo un muro en ángulo por encima del graderío en arco, para alcanzar los actuales 25 m. La presa fue situada, con buen ojo, entre dos afloramientos rocosos. En esas rocas y paredones vemos especies de plantas propias de ese tipo de ambientes como Biscutella stenophylla, Chaenorhinum crassifolium, Phagnalon sordidum (ficha) y Teucrium thymifolium. También es muy fácil toparse con una de las lagartijas más frecuentes en nuestro término municipal: Podarcis hispanica (uso ese nombre científico considerado en un sentido muy amplio, pues se trata de una especie tremendamente compleja que parece que, en realidad, puede dividirse en varias especies distintas; pero esa historia la dejo para otro día). Tal vez algún lector se esperaría en este punto un comentario sobre la rivalidad por el pantano más antiguo de Europa. Prefiero no interrumpir la ruta en exceso y dejo ese tema para el final.
Chaenorhinum crassifolium y Phagnalon sordidum compartiendo una grieta junto a la presa.

Detalle de las flores de Chaenorhinum crassifolium.

Planta de Teucrium thymifolium en los roquedos junto a la presa del Pantano.

Vista de cerca de las flores de Teucrium thymifolium.

Una lagartija (Podarcis hispanica) en la presa del Pantano mira con curiosidad a la cámara.

La misma lagartija anterior (Podarcis hispanica) tiene que convivir con la basura que la gente deja en la zona de la presa del Pantano de Almansa.

Ruta alrededor del Pantano.

Hay varias opciones para realizar rutas bordeando el Pantano. Os planteo aquí sólo una de ellas, corta, muy sencilla, perfecta para paseos relajados en familia, con niños o, si os gusta la fotografía de naturaleza, simplemente para recrearse durante un paseo tranquilo, sin dificultades, en una zona repleta de especies de plantas listas para fotografiar (tenéis un listado aquí) junto a la correspondiente fauna acompañante. Partimos de la presa y empezamos a volver por el mismo camino por el que llegamos hasta ella, pero buscando hacia el oeste unas escaleras de piedra que nos conducen en ascenso hasta un pequeño mirador, unas mesas y unos asientos.
Senda propuesta desde la presa al mirador.

Al subir por las escaleras de piedra nos encontramos con un pequeño mirador entre pinos.

Desde allí, la idea es pasear por la parte más alta del terreno, aproximadamente siempre en dirección oeste / sur-oeste hasta localizar el mirador, con precaución para evitar acercarnos en exceso a los paredones que caen hacia el sur. En esta zona podemos aprovechar para observar varias coníferas, desde el frecuentísimo pino carrasco (Pinus halepensis) a la sabina negra (Juniperus phoenicea) y el enebro (Juniperus oxycedrus). Otras plantas emblemáticas que encontraremos sin problema son el romero (Rosmarinus officinalis) y el esparto (Stipa tenacissima), acompañadas por especies típicas del matorral y el espartal; además, son relativamente frecuentes algunas plantas nitrófilas y subnitrófilas como, por ejemplo, Onopordum corymbosum y Eryngium campestre (ambas espinosas). En este tramo hay varios carteles informativos con datos interesantes. Tras unos 250 m llegamos al mirador principal desde el que tenemos una buena panorámica del Pantano.
Juniperus oxycedrus en la orilla norte del Pantano de Almansa.

Juniperus phoenicea fructificando cerca del mirador en la orilla norte del Pantano.

Cerca del mirador podemos encontrar Onopordum corymbosum y ver (hacia el norte) el Mugrón.

Uno de los grandes carteles informativos junto al mirador.

Cartel informativo: El Regajo de Peñarrubia.

Hasta el pantalán.

Tras recrearnos con las vistas, continuamos hacia el suroeste, ya descendiendo poco a poco hasta que, tras unos 200 metros, nos encontramos con un puente de madera, en curva, que conecta con el pantalán, el cual hace funciones de puente para cruzar a la otra orilla del Pantano y, al mismo tiempo, también sirve de "frontera" entre lo que se ha denominado "zona recreativa" (parte oriental) y la "zona ecológica" (parte occidental).
Tramo de ruta desde el mirador al pantalán.

En este tramo de la ruta vamos a encontrar numerosas especies ruderales, nitrófilas o subnitrófilas, de esas que gustan de habitar en bordes de caminos y senderos y "disfrutan" con las visitas de perros y personas que beben muchos líquidos 😉; por ejemplo, podemos aprovechar para comparar dos de nuestros cardos típicos: Carduus bourgeanus y Carduus pycnocephalus. Pero, además, ya nos encontramos con plantas adaptadas a suelos más húmedos como Dipsacus fullonum y, si hay algo de suerte, incluso Ranunculus peltatus creciendo dentro del agua y con sus flores emergiendo de ella. Es un buen punto de la ruta para empezar a fijarnos en insectos; probablemente diversas libélulas están revoloteando a nuestro alrededor.
Detalle de la parte alta del tallo en Carduus bourgeanus.

Vista de los capítulos de Carduus pycnocephalus en detalle.

Dipsacus fullonum junto a la orilla del Pantano.

Ranunculus peltatus en la orilla del Pantano de Almansa.

Puente de madera, en curva, que conecta con el pantalán.

Cartel informativo sobre la focha común (Fulica atra).

Cartel que nos avisa sobre la posible presencia de águila pescadora (Pandion haliaetus).

Macho de Enallagma cyathigerum posado en Anthyllis lagascana junto al Pantano.

Sympetrum fonscolombii (macho) descansando en las rocas a la orilla del Pantano de Almansa.

Senda de sur.

Una vez cruzados los puentes, comienza el paseo por la orilla sur del Pantano. Es la zona más típicamente recreativa. Recorreremos aproximadamente 1 kilómetro por un camino de tierra fácil de seguir. Buena parte del sendero dispondremos de la sombra de los Pinus halepensis que forman los pinares del lugar. Numerosos carteles informativos nos invitan a conocer las especies de flora y fauna; con un poco de suerte, las mentes más inquietas pueden incluso aprender durante este agradable paseo (sí, aprender fuera del colegio y ¡sin una tablet!).
Vista aérea de la senda de la orilla sur del Pantano.

Cartel informativo sobre el porrón europeo (Aythya ferina). Notesé el fragmento arrancado de Coris monspeliensis.

Alguien había arrancado inflorescencias de Coris monspeliensis y luego las había dejado tiradas sobre el cartel del porrón europeo.

Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) ilustrado en un cartel informativo del Pantano.

Cartel con algunos datos interesantes sobre el "monte mediterráneo".

Información sobre el pino carrasco (Pinus halepensis) en uno de los carteles de la ruta.

Cartel informativo sobre el enebro (Juniperus oxycedrus).

Vista de la presa del Pantano de Almansa desde la senda del sur.

Mucho más atractivas resultarán, para la mayoría, las instalaciones para hacer deporte y para recreación de los niños: muros para trepar, cuerdas y pasarelas para practicar equilibrio, un gran tobogán, ... Hacia el final de este tramo disponemos de mesas y bancos de madera. Por cierto TAMBIÉN HAY PAPELERAS; lo recalco en mayúsculas porque parece que mucha gente no las ha logrado encontrar aún; no necesitamos la pericia de Sherlock Holmes pues hay contenedores y papeleras bien organizados por toda el área del Pantano; lo que sí necesitamos es un poco de educación pues parece que en España seguimos intentando rodearnos de basura. En fin, da bastante pena ver el monte lleno de desperdicios pero supongo que en nuestro país eso va ligado a la accesibilidad: cuando más fácil es llegar a la naturaleza, más la llenamos de plásticos (no me extraña que necesitemos iniciativas como esta).
Durante el paseo encontraremos álamos negros (Populus nigra).

Los niños pueden practicar actividades entretenidas durante el paseo por el Pantano de Almansa.

Un gran tobogán nos sorprende durante la ruta por el Pantano.

Vista del mirador desde la orilla sur del Pantano de Almansa.

Se puede practicar un poco de escalada durante el paseo por el Pantano.

Pasando a temas más bonitos, podemos entretenernos durante el paseo buscando plantas no demasiado abundantes como Coris monspeliensis, Inula montana, Jurinea humilis y Sideritis tragoriganum (ya tenéis un pequeño reto). Si caminamos con una cierta tranquilidad (evitando gritar como bestias) también podremos cruzarnos con representantes de nuestra fauna; os destaco aquí nuestra lagartija colilarga (Psammodromus jeanneae); si os tomáis la molestia de intentar fotografiarla y la tratáis con respeto, os sorprenderá lo fotogénicas que son (por favor, no las maltratéis).
La pequeña Jurinea humilis crece cerca de uno de los "merenderos".

Fotografía de Inula montana, más bien rara en la zona del Pantano.

Muy tranquila, Psammodromus jeanneae se deja fotografiar si nos acercamos con respeto.

Hacia la presa.

Finalizamos el trayecto por la orilla sur al llegar al centro de actividades acuáticas (paddle surf, kayak y más). Desde allí comenzamos el último tramo de la ruta, haciendo una curva en la porción oriental del Pantano para, finalmente, alcanzar la presa. Serán unos 500 metros en ligero ascenso por una loma cubierta con matorral bajo. Alrededor del centro de actividades vemos muchas especies de plantas nitrófilas y subnitrófilas que se intalaron en buen número en la zona con las obras de reacondicionamiento del Pantano. Podéis aprovechar para comparar dos interesantes especies de cardos: el cardo mariano o Silybum marianum y el menos conocido Silybum eburneum.
Vista aérea con el camino de regreso desde el centro de actividades a la presa del Pantano.

Detalle de un capítulo de Silybum eburneum.

Flores protegidas por fuertes espinas en un capítulo de cardo mariano (Silybum marianum).

Ya en zona un poco más alta, y caminando hacia el noroeste os invito a curiosear las especies que luchan por sobrevivir en esos suelos menos fértiles, más secos y a pleno sol; si os agacháis un poco podéis encontrar Carduncellus monspeliensium, Launaea pumila, Limonium echiodes, etc. Con el Mugrón al frente iremos girando hacia el oeste rumbo hacia el punto de partida, la presa del Pantanto de Almansa. Pero, antes de marcharse, os propongo buscar tres especies más, la interesantísima Teucrium campanulatum (cerca del agua; hablaré extensamente de ella otro día), la venenosa Digitalis obscura (en roquedos en torno a la presa) y la "olorosa" Bituminaria bituminosa (por ejemplo, en la misma presa).
Capítulos llenos de flores azuladas en Carduncellus monspeliensium.

Planta de Launaea pumila creciendo en suelos descarnados.

Gran ejemplar de Teucrium campanulatum en grietas al lado del agua, junto a la presa.

Planta de Digitalis obscura en floración, creciendo en los paredones junto a la presa.

Grupos de flores de Bituminaria bituminosa creciendo en la misma presa.

Fuente del Porvenir.

¿Aún con algo de tiempo después de la ruta por El Pantano? ¿Con ganas de fotografiar algo más? Bien, según salimos del Pantano de Almansa, siempre tenemos la opción de parar el coche antes de llegar a la Ventica. Al lado izquierdo tenemos la Fuente del Porvenir, un pequeño curso de agua corriente con especies de plantas y animales algo diferentes de los del Pantano. En la época adecuada, podréis disfrutar con la floración de los lirios amarillos (Limniris pseudacorus).
Cartel informativo de la Fuente del Porvenir, en el camino próximo a la Ventica.

Ejemplares de Limniris pseudacorus florecen junto a la Fuente del Porvenir.

Conclusión.

En fin, se ha de reconocer que disponemos de un Pantano de Almansa perfectamente acondicionado para el paseo por la naturaleza, con rutas sencillísimas, seguras (hay barandillas de metal y de madera, caminos bien delimitados, cuerdas en puntos con algo más de pendiente, ...), aptas para niños y mayores; hay sombras, hay mesas y asientos, hay puntos para jugar y hacer deporte, hay carteles informativos y educativos y HAY PAPELERAS.
Camino bien acondicionado en la orilla sur del Pantano.

Personalmente me gustaba mucho el "Pantano de Ayer" (previo a 2008), ese que uno podía visitar para encontrar rincones que nadie había pisado. Pero también he de reconocer que, pese a la cantidad de personas que lo visitan hoy, con la basura que dejan por aquí y allá, y las molestias ocasionales causadas a flora y fauna, el Pantano de Almansa se ha convertido en un lugar perfecto para promover la educación y concienciación ambiental; confío que eso compensará con creces el hecho de que el "Pantano de Ayer inexplorado y salvaje" haya dado paso al "Pantano de Hoy", más conectado con la gente. No podéis dejar de visitar el pantano más antiguo de Europa... ¡¡¡espera!!! ¡¡¿¿el más antiguo de Europa??!! Os dejo aquí un inciso final con respecto a algún aspecto histórico del Pantano:

Sobre el dichoso pantano en uso más antiguo de Europa.

Cualquiera que sienta un mínimo interés por una construcción antigua como la presa del Pantano de Almansa, tarde o temprano, buscará información por internet. Uno de los datos típicos que se encuentran frecuentemente es la aseveración de que el Pantano de Almansa es el más antiguo de Europa que sigue en uso; eso es, sencillamente, falso. Siguiendo con ese tipo de búsqueda de información, uno también se topa con la innecesaria confrontación entre Pantano de Almansa y Pantano de Tibi. Y de nuevo otra aseveración: el Pantano de Tibi es el más antiguo de Europa que sigue en uso (incluso está escrito en alguna señal moderna puesta en Tibi); de nuevo, falso. En España tenemos la suerte de contar con presas mucho más antiguas, que todavía siguen en uso, por ejemplo las de Proserpina y Cornalvo (esta última tuve la suerte de visitarla), ambas contruidas siglos antes que las de Almansa y Tibi, durante la dominación del Imperio Romano y ambas con unos 20 metros de altura.
Pantano de Almansa durante las labores de rehabilitación de 2008.
Para tratar de llevarse el "premio" de Pantano más antiguo, hay que "hacer trampas" añadiendo detalles como -Pantano "moderno" más antiguo-, -que tenga planta y altura "similar" a presas actuales-, etc. Considerando los registros de fechas reales, lo cierto es que el Pantano de Almansa (iniciado en 1578 y finalizado en 1586) es ligeramente más antiguo que el Pantano de Tibi (iniciado en 1580, paralizado por falta de fondos durante unos 9 años, retomado en 1590 y finalizado en 1594) y ambos son mucho más modernos que los pantanos de Proserpina y Cornalvo. Aprovecho para quejarme, ya que estamos, de las "luchas fraticidas" tan típicas en nuestro país. He vivido en Alicante y en Albacete. He visitado el Embalse de Tibi y el Embalse de Almansa. Ambos me los han vendido como los más antiguos de Europa. Ninguno lo es, pero la gente seguirá discutiendo por el mismo tema (ese clásico "el mío es más ...") en lugar de valorar las obras en su conjunto histórico y apreciar la suerte que tenemos de contar con ambas construcciones pioneras en su clase en Europa, que supusieron una tarea compleja, a la par que un esfuerzo tremendo para nuestros antecesores. El Pantano de Almansa es un poco más antiguo, bien; pero el Pantano de Tibi no es menos espectacular, enclavado entre lomas y con 46 impresionantes metros de altura en su muro. En lugar de "pelear" ¿por qué no organizar visitas conjuntas a ambos embalses en un fin de semana? Al fin y al cabo, están muy relacionados en cuanto a su construcción y separados sólo por unos 85 km de autovía.
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